El aire es mas espeso en verano.
Las mujeres son mas lindas.
El vino es mas dulce.
Las lágrimas son mas amargas.
Las esperanzas son mas grandes.
Las realidades son mas duras… ¿O no?
Pensemos… La realidad del optimista es siempre peor. Vive soñando con un mundo perfecto, el cual nunca va a existir… Su realidad la ve triste, pero viven felices.
En cambio, para el punto de vista del pesimista, la realidad es un gran premio… Una gran sorpresa.
El sueña con mierda y encuentra, a veces, chocolates. Y cuando encuentra mierda, no se sorprende… Era lo que esperaba. El pesimista vive triste, pero vive en la realidad. Y eso tiene algún valor.
¿Ser optimista o pesimista?
Este verano me sorprendieron las realidades. Y no los sueños… Siempre son iguales.
Soñaba con el amor. Y la realidad me demostró que el amor ya lo había encontrado.
Al principio soñaba tener dieciocho años… Luego soñé con tener cuatro años… Pero comprendí que ahora tengo dieciocho, y cuatro, y quince y dos y diez… No diecinueve… Pero eso será el año que viene.
Y así uno acumula recuerdos y vivencias tal balde de gotera, sin discriminar suciedades ni limpiezas.
Cómicas experiencias e inimaginables vivencias paso por estos escasos días que viví de verano hasta el momento.
Aprendí que purificar el espíritu era mas simple de lo que me imaginaba.
Aprendí que se puede vivir de buen humor.
Descubrí que la vida es mas hermosa si no se trata de explicarla.
Descubrí que soy mi propio dios. Me invente a mi mismo. A mi nuevo yo.
Me descubrí egocéntrico como todo dios y quiero cambiarlo.
Estoy en camino.
Otra cosa que comprendí. Los caminos… Son muy largos… Los caminos de la amistad y los del amor… Son casi eternos, casi.
Para empezar una nueva amistad (o para recobrar una perdida) el trecho al hecho es muy extenso… Pero no interminable… Además… Todo comienza por un pequeño paso.
Releo esta nota… Creo haber perdido mi escancia… Esta demasiado entendible.
Pero comprendo que ahora no solo me estoy hablando a mi.
Comprendo que este es una pequeña explicación.
Un recordatorio.
Solo un recordatorio en una noche de soledad.
Un pequeño recordatorio de vivencias en una noche de verano de soledad.
MdO.
MdO.
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