Atuel... ¡Decí Nueve! (11/05/2011)

Un año atrás escribía en medio de un mar de lágrimas, un testamento de colección.
Hoy ya la historia es muy diferente.
Espero el pasado mañana con ansias, no con pena.
Cambia mi año, como siempre lo dije.
Año nuevo para mí es el 13 de mayo.           
En estos casos, la fecha es un lugar.
Y es el lugar donde quiero estar.
Pues es que es donde el tiempo se para, donde las decisiones se toman.
La arena corre mucho mejor en el vidrio que en el plástico.
De ahí aprendí que las cosas no son siempre mejores por ser de mejor calidad.
Hoy las cosas están, ciertamente, mucho mejor que el año pasado.
Antes, fui demasiado viejo para vivir.
Y me perdí en oscuros callejones de vivencias vanas… Y con la boca vacía.
Los votantes del adiós fueron mayoría (y unánimes).
Asique estos dieciocho más uno se darán con muchas más despedidas de las que imaginaba.
Pero como todo es un ciclo en la vida, lo que muere, vuelve a nacer. Con otra forma diferente.
En este tiempo encontré una nueva estrategia de librarse de eso que en el pasado llame amor.
Era el puto Pablito que clavaba el clavito en el corazón.
Pero en vez de sacar un clavo con otro (pésima salida) o de quitar el clavo y que quede un agujero (masoquista salida) busque una salida igual de poética pero muchísimo mas efectiva.
Reduje el clavo a un alfiler y convertí al falso controlador en un gran pajar.
Asique, en fin, el clavo (ya empequeñecido a alfiler) se que está dentro de mí, pero ni buscándolo lo encuentro.
Bueno… Los cumpleaños son así, uno se para boludamente a mirar el pasado.
Y encuentra en el camino recorrido, ese par de vías cruzadas que hacen que el tren descarrile, todo lo vivido.
Ve los errores, e imagina como hubiera sido todo si hubiéramos actuado de forma diferente.
¿Y esto para qué nos sirve?
Para mejorar.
Para no volver a equivocarnos.
Para ser buenas personas en el futuro.
Esas respuestas típicas en las que nadie cree.
Si miramos hacia atrás, es por simple añoranza… No por ansias de mejorar.
Para mejorar se mira el presente.
El pasado se recuerda, no se mira.
Se camina hacia adelante y sin girar la nuca.
El pasado que siga en el verdadero controlador, para prender al alerta cuando estemos por mandarnos la misma una y otra vez.
Se vio en el transcurso de una transición extraña que se puede progresar.
Comprendí que a veces es propicio estar lejos, y que buscar el norte en el norte a veces sirve.
En fin, hoy soy otro.
Hoy soy ganas de seguir viviendo.
Hoy soy esperanzas de un mundo mejor. Y “free” (Gratis, y también libre.)
Hoy veo las cosas de la óptica del optimismo.
Hoy pasan de largo las vanidades.
Hoy generan inspiración los mejores eventos además de los peores.
Hoy sigo el camino no indicado.
Hoy camino distinto.
Hoy descubro que estar callado fue un arma potente a la hora de actuar.
Hoy me siento feliz de saber que cada paso en falso lo voy a dar conmigo.
Hoy tengo el poder de verme contento en un espejo.
Hoy, y creo que es lo mas importante, hoy es HOY.
Y de ayer…
Ayer fue ayer. El controlador me lo recuerda a diario.
Y Mañana… Mañana hablamos.
¡Feliz año nuevo, Atuel!

Mdo.