El encuentro (04/11/2012)

Estamos de nuevo juntos.
Parecía que el día nunca llegaría. Nótese que igual jamás lo dudé.
Entre medio de tantas tormentas, me hago un espacio.
El reencuentro no es lo que esperaba, no es tan simple.
El tiempo dejó debilitadas ciertas capacidades.
El tiempo y el barro.
El incienso.
Extrañar significa lejanía. Pero lejanía no es distancia.
Hoy puedo escribir las frases mas tiernas, las cuales nunca leerá.
O puedo plasmar en oraciones mi odio a los destiempos.
Regocijarme contemplando un futuro que no es mas que eso: una falacia.
Inventarme coincidencias pasadas, años de insinuaciones.
Unir cables a mi antojo, crear circuitos de la nada.
Divagar entre frases entrecortadas, entre risotadas inmaduras.
Disfrutar de piropos tácitos, de juegos de ilusiones.
Pero todo sería una gran mentira.
Lo único real es este encuentro. Que no es tal como querido, pero si como convenido.
¿Habrá tanto por decir?
Creo que muchas cosas se sobreentienden.
Embriagado y no de alcohol. Borracho de Platón.
Fermentado de mayéutica, de triple filtro y de un amor.
Son tiempos de tiempos.
Aún vendrán algunos meses mas de insómicas noches, de tardes desperdiciadas.
Pero hoy no importa ni el pasado ni el futuro (¡Falsificador licenciado!).
Esta noche es especial.
Es una de esas noches de encuentro y recuerdo.

Me lanzo yo primero. Cortita y al pie.

“Si pudieras vivir, ¿Qué serías?”
Hilvanadas, una tras otra.
“Si lo eterno se volviera efímeramente corto, ¿Cantos amores eternos arruinarías?”
Cuento 10 y pido revancha.
“Si el plástico terminara por contaminarte las venas, ¿Qué héroe quisieras ser?”
Hay un largo silencio, pero de esos que se sabe que luego vendrá una respuesta.
Pero no me interesa contestación alguna.
“Acá el problema soy yo, sin lugar a dudas”.
Adentrandome mas en la noche, casi en el limbo entre un día y otro.
Ahora, ya, todo es un vaivén.
Desde las emociones hasta el cursor.
Hay una confusión totalitarista en el aire.
“Temo atormentarte a frases que intentan, en vano, imprimir mis ideas en el aire”
Mas temo aún que me frene para contestar.

Tengo pánico de que esto se acabe demasiado pronto.
“Contamos con poco tiempo, siente mis manos, es como si fuera la primera vez ¿Te has olvidado ya?”
¡Que error! Se siente que la frialdad empieza a carcomerte.
¿Como explicarte que no fue mi intención apurarte?

Siempre van a ser igual ciertas cosas.
Acabarás escapándote al final.
Dejando solo un frío y solitario punto.
Final y de partida.
“¡Gracias!, aunque ya no me escuches.”


MdO.-