Filosofía Plástico Cruel -Introducción- (13/09/2012)

La Filosofía Plástico Cruel plantea una nueva ideología de vivir el mundo.
Supera a impresionantes postores que intentan, en vano, destrozarla.
Yo quise ir en su contra. No fue lo suficientemente fuerte mi falso controlador.
“FPC” sigue, erguida, con la fe puesta en el camino.
Todo es desechable.
Habría que idear una forma ecológica de deshacerse de los residuos.
Pero eso viene después.
Poco a poco el hombre irá evolucionando y tomando la “FPC” como una salida innegable del sufrimiento y la depresión.
Realmente es una salida.
Acoplo en partes a este modus operandi individualista.
Hay muchas cosas que no me cierran...
Los sentimientos son cursilería.
Odio el creciente interés en capitalizar de los sentimientos, pero se ve que algunos deben ser sacrificados para poder pasar al siguiente nivel.
La superación quizás depende de lo que en realidad nosotros creemos equivocado.
No se ve tan triste a Plástico...
La frialdad ante todo.
Nuevamente frenamos e intentamos ver los matices.
No los hay.
Blanco o negro.
Es innegable la importancia de la libertad.
Pero... ¿A tal extremo?. En exceso todo es malo.
La libertad en exceso es egoísmo.
¿Habrá que ser verdaderamente egocéntricos?
Tendremos que compartir las ganancias nada más que con nuestro ser.
Con una buena pulida, Plástico siempre reluce. Pero se gasta.
“FPC” es el anti-insómico más utilizado.
Nosotros, los que aún consideramos relevantes las charlas de almohada, no podemos aceptarlo.
Con las ojeras lo defiendo.
Ese momento mágico en el que luchamos por dejar la realidad y entrar al mundo de los sueños.
Ese instante donde las genialidades aparecen pero  sin la suerte de tener un lápiz y un papel.
Si no se taquigrafió, se olvidó.
“FPC” le canta jaque a los controladores.


MdO.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario